jueves, 8 de octubre de 2009

ARAÑA VIOLINISTA O ARAÑA PARDA

pioderma
gangrenoso


.picadura de
araña reclusa marrón.


En Estados Unidos y en México recientemente, se ha popularizado mucho la fama de la "Araña Violinista", a la que se le han achacado daños muy importantes a las personas por su veneno necrótico. Este veneno contiene la enzima D-sfingomielinasa (única entre los animales, por cierto) que ocasiona la destrucción de las proteínas de la piel y la sangre, provocando heridas que no cierran.

Aspecto general de la "araña violinista" y una herida en fase temprana.

A pesar de su fama, estas arañas, pertenecientes al género Loxosceles de la familiaSICARIIDAE distan mucho de ser tan dañinas como se les cree. Las heridas que provocan, al menos las especies bien estudiadas, no son tan extensas y nunca se ha reportado de manera fehaciente que una persona muera por efecto del veneno. Muchas de las mordeduras reportadas son en realidad grandes heridas necrosantes causadas por una gran variedad de agentes, incluyendo Anthrax, Pioderma gangrenosum, Diabetes, Estafilococos beta-hemolíticos, etc. Frecuentemente la falta de información de los médicos provoca muertes por malos tratamientos.

Loxosceles reclusa, mostrando su marca negra de "violín" y su arreglo de ojos característico.

En toda la región de Norteamérica las "arañas capulinas" (Latrodectus: Theridiidae) y las "violinistas" o "arañas pardas" (Loxosceles: Sicariidae) son las únicas potencialmente peligrosas para el hombre, y en ambos casos poseen una fama que excede con mucho el verdadero peligro que representan. Son arañas caseras, que gustan de los rincones tranquilos en las casas (como la capulina) o de estrechos refugios detrás de muebles y cuadros (como la violinista). Ambas se reconocen fácilmente por sus marcas distintivas y si bien no son fáciles de erradicar tampoco son arañas agresivas; los encuentros con ellas suelen ser accidentales. La picadura de esta araña no suele ser dolorosa ya que el veneno mismo duerme la zona afectada. Posee una enzima que destruye la epidermis dejando al descubierto órganos internos.

El tratamiento médico consiste en antihistamínicos, coticoesteroides, aseo quirúrgico e injertos de piel.



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